A principios del 2000, para convencer a los grandes clientes para que adoptaran la tecnología WLAN e implantaran redes WLAN que fueran capaces de responder a los desafíos a los que se enfrentaban sobre control centralizado, seguridad y resiliencia.
En aquel tiempo, de hecho, las limitaciones y los costes de los componentes físicos del AP solo podían conducir a un enfoque centralizado. Desde entonces, los chipsets, las memorias y los procesadores han evolucionado hasta ser más potentes y económicos. Hoy en día, es posible virtualizar el controlador, implantarlo y ejecutarlo de forma distribuida en los propios AP con inteligencia coordinada. Los AP inteligentes y avanzados se gestionan como un sistema o clúster único y manejan el control y los planos de reenvío de una manera distribuida y coordinada.
La solución de gestión uni cada y control distribuido permite realizar todas las funciones de un controlador centralizado. Además, elimina la complejidad de la arquitectura, los puntos únicos de fallo, los cuellos de botella de trá co, la latencia y los altos costes operativos. Eliminar el controlador anteriormente requerido de arquitecturas de implementación inalámbrica ofrece muchas posibles ventajas a las organizaciones y sus departamentos de TI.